“Sailing, navegando por la música” es un programa de radio de rock, blues y folk que, con un barco imaginario, navega por el tiempo tocando todos los puertos de tus recuerdos (y de los míos). Transitamos una nostalgiosa vanguardia que te cuenta el nacimiento y desarrollo del rock internacional, de la Argentina y de Uruguay. Escucharás excelente data y música que difícilmente encuentres en otro programa de radio o en internet. Todos los viernes a las 21 hs. por FM SOS 105.1 y http://www.fmsos.com.ar/

Así fue el viernes 02/12 festejando los 700 programas de "Sailing..." y 17 años en el aire

Ya está disponible el programa en la columna derecha del blog si lo querés  escuchar o bajar. Hacé click en la carpeta "Onedrive" para acceder a este y a programas anteriores.


Este viernes 2/12 festejamos los 700 programa de "Sailing, navegando por la mûsica" y 17 temporadas en el aire.

Programa especial con covers de Chuck Berry, Aretha Frankling, B.B.King, Elvis, Otis Redding, Slim Harpo, Van Morrison, Jimi Hendrix y Bob Dylan, interpretados por ROD STEWART.




No te lo podès perder!!

Todos los viernes 21 hs, por FM105.1 Ser Otro Ser para la zona de influencia de San Martìn. Por internet se escucha desde cualquier pc del mundo a travès de la pàgina www.fmsos.com.ar y desde el celu con la aplicaciôn TuneIn Radio.

Y como siempre comenzamos el viaje con The Beatles

"Las Redondas"

Era un placer ir al quiosco y, con algunas monedas que habías ahorrado, comprar un paquete de figuritas. Te temblaba la mano de la emoción al abrirlas, para saber si había salido “la difícil” que todo el mundo buscaba o el premio ("el vale")también reservado para unos pocos afortunados. Después era como la vida: alegría por las que no tenías, tristeza por las repetidas de siempre. Eran redondas, de cartón, redondas como la pelota y como la ilusión de aquellos pibes que, viendo el sacrificio diario de los viejos, soñaban con un mundo mejor. También servían para socializarte, ya que te permitían el intercambio y la negociación (“te doy tres por esa” o “todo este pilón -como 100- por aquella difícil”) que te ayudaba a completar el álbum. Te fogueaban en la competencia diaria: cada recreo eran infinidad de partidos en el patio del colegio jugando a “la tapadita” o “el espejito”; y el que ganaba se llevaba todas las que estaban en juego. Permanentes triunfos y derrotas, pero siempre la revancha en el recreo siguiente. Después, el placer de pegarlas en el álbum, con plasticola si había o con engrudo (harina y agua) si la plata no alcanzaba. Por el álbum lleno, también había premio. El tiempo y la modernidad se las llevó: hoy las figus son rectangulares, autoadhesivas, de papel, no sirven para jugar y si te faltan algunas, las comprás en el distribuidor. Como el mundo, las figus se volvieron frías.

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Un coleccionista de discos que, como excusa para seguir juntando, hace veintitres años que conduce "Sailing, navegando por la música".