“Sailing, navegando por la música” es un programa de radio de rock, blues y folk que, con un barco imaginario, navega por el tiempo tocando todos los puertos de tus recuerdos (y de los míos). Transitamos una nostalgiosa vanguardia que te cuenta el nacimiento y desarrollo del rock internacional, de la Argentina y de Uruguay. Escucharás excelente data y música que difícilmente encuentres en otro programa de radio o en internet. Todos los viernes a las 21 hs. por FM SOS 105.1 y http://www.fmsos.com.ar/

Viernes 16/09 en "Sailing..." celebramos las 1000 ediciones

 PROGRAMA número 1000

Este viernes 16 de septiembre de 2022,en la temporada nro.23 de "Sailing, navegando por la música", programación especial celebrando la edición #1000:

Música en vivo en el estudio de la FM105.1 Ser Otro Ser

  • Roca Roja Rock&Roll
  • Trío de Guitarras


¡Acompañanos y celebrá con nosotros!

Todos los viernes a las 21 hs.

Canales de difusión a todo el país y el mundo:
  • Radio - FM105.1 (para la zona de San Martín y alrededores)
  • Celulares - La App de la Radio S.O.S. o Tunein Radio
  • PC y Celulares - la web de la radio www.fmsos.com.ar
  • PC y Celulares - canal de Youtube de Radio S.O.S. donde podés vernos en vivo. 

También está habilitada la línea de WhatsApp de la radio para que nos envíes tus mensajes(+54) 11-2615-1051

"Las Redondas"

Era un placer ir al quiosco y, con algunas monedas que habías ahorrado, comprar un paquete de figuritas. Te temblaba la mano de la emoción al abrirlas, para saber si había salido “la difícil” que todo el mundo buscaba o el premio ("el vale")también reservado para unos pocos afortunados. Después era como la vida: alegría por las que no tenías, tristeza por las repetidas de siempre. Eran redondas, de cartón, redondas como la pelota y como la ilusión de aquellos pibes que, viendo el sacrificio diario de los viejos, soñaban con un mundo mejor. También servían para socializarte, ya que te permitían el intercambio y la negociación (“te doy tres por esa” o “todo este pilón -como 100- por aquella difícil”) que te ayudaba a completar el álbum. Te fogueaban en la competencia diaria: cada recreo eran infinidad de partidos en el patio del colegio jugando a “la tapadita” o “el espejito”; y el que ganaba se llevaba todas las que estaban en juego. Permanentes triunfos y derrotas, pero siempre la revancha en el recreo siguiente. Después, el placer de pegarlas en el álbum, con plasticola si había o con engrudo (harina y agua) si la plata no alcanzaba. Por el álbum lleno, también había premio. El tiempo y la modernidad se las llevó: hoy las figus son rectangulares, autoadhesivas, de papel, no sirven para jugar y si te faltan algunas, las comprás en el distribuidor. Como el mundo, las figus se volvieron frías.

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Un coleccionista de discos que, como excusa para seguir juntando, hace veintitres años que conduce "Sailing, navegando por la música".